¡La tierra se mueve! ¡El río creció! ¡Se cayó la montaña! ¡El mar está bravo! Estas son frases que se escuchan en cualquier parte del mundo y del territorio de Venezuela, especialmente, durante la época de lluvia. Y estas expresiones son el reflejo o la consecuencia de lo que se conoce como riesgos naturales.
Los riesgos naturales –como su nombre lo indica- tienen su origen en las condiciones naturales de la tierra y no deben provocar pánico, ya que lo importante es estar preparado para cuando sucedan en cualquier instante y en cualquier lugar. Existen varios tipos, pero los más conocidos en Venezuela son los terremotos, deslizamientos de tierra e inundaciones. En otros países hay erupciones de volcanes y fuertes vientos (huracanes).
Los científicos que estudian los temblores de la tierra son los sismólogos y emplean un aparato llamado sismógrafo para medir estos movimientos. Ellos aseguran que durante el año se produce aproximadamente un millón de temblores en todo el planeta, la mayoría de estos latidos de la tierra son imperceptibles para los seres humanos.
Los riesgos naturales –como su nombre lo indica- tienen su origen en las condiciones naturales de la tierra y no deben provocar pánico, ya que lo importante es estar preparado para cuando sucedan en cualquier instante y en cualquier lugar. Existen varios tipos, pero los más conocidos en Venezuela son los terremotos, deslizamientos de tierra e inundaciones. En otros países hay erupciones de volcanes y fuertes vientos (huracanes).
Los científicos que estudian los temblores de la tierra son los sismólogos y emplean un aparato llamado sismógrafo para medir estos movimientos. Ellos aseguran que durante el año se produce aproximadamente un millón de temblores en todo el planeta, la mayoría de estos latidos de la tierra son imperceptibles para los seres humanos.
Cuando la tierra está un poco cansada y decide estirarse para liberar su estrés, provoca los temblores y terremotos, debido a la cantidad de energía acumulada en ella. Es decir, las masas de rocas de la tierra se mueven para acomodarse mejor. Esta situación pasa desde hace millones de años y seguirá ocurriendo en el planeta.
Pero estos movimientos no son iguales y se miden de diferentes maneras, la más conocida es la escala de Richter, la cual calcula la magnitud del temblor. Estudios elaborados por especialistas en la materia, indican que estas negativas consecuencias disminuirían si son construidas edificaciones antisísmicas. En este caso se aprovecha el avance de la ingeniería para reducir las consecuencias del temblor.
Otro riesgo natural son los deslizamientos de tierra y se producen por diferentes razones. Los desprendimientos son pedazos de roca que se separan de un talud –o montaña- y caen saltando en buena parte de su recorrido. Generalmente ocurren en zonas donde hay pendientes muy fuertes; asimismo, hay que conocer la presencia de aguas subterráneas, pues inciden en la magnitud del deslizamiento.
De igual manera, las inundaciones son un riesgo natural y surgen cuando hay largos y fuertes períodos de lluvias –exceso de precipitación- y por esta razón, aumenta el cuerpo o caudal de los cursos de agua. Pero en ocasiones, los seres humanos también contribuyen a aumentar este riesgo cuando cortan los árboles y no siembran otros, al construir casas y edificios en lugares cercanos a los ríos y quebradas, y cuando hacen carreteras no dejan espacios para que la tierra absorba toda el agua (el suelo trabaja como una esponja).
Todavía los científicos no han logrado crear los instrumentos o aparatos para predecir todos los riesgos; sin embargo, casi todos los países han elaborado diferentes mapas que identifican con varios colores las áreas con mayor peligro. En cada territorio del planeta varía el tipo de riesgo natural, debido a sus características geográficas, su ubicación, recursos naturales y por las medidas y planes de prevención que tanto gobierno como población hayan puesto en marcha.
En Venezuela existe el Plan Nacional de Ordenación del Territorio, el cual fue aprobado en 1998 y en él se establecen las acciones para la ocupación de las diferentes zonas geográficas de acuerdo al uso de la tierra (urbana, agrícola, industrial, entre otros). Este instrumento también señala las áreas de riesgos naturales en el país.
Para cada comunidad es relevante conocer cuáles son los riesgos naturales y así adelantar el principal trabajo: la prevención. Ésta puede ser entendida como un proceso de educación que permite disminuir los resultados negativos y hasta evitar que la mayoría de estos riesgos naturales se conviertan en desastres para la humanidad.
Pero estos movimientos no son iguales y se miden de diferentes maneras, la más conocida es la escala de Richter, la cual calcula la magnitud del temblor. Estudios elaborados por especialistas en la materia, indican que estas negativas consecuencias disminuirían si son construidas edificaciones antisísmicas. En este caso se aprovecha el avance de la ingeniería para reducir las consecuencias del temblor.
Otro riesgo natural son los deslizamientos de tierra y se producen por diferentes razones. Los desprendimientos son pedazos de roca que se separan de un talud –o montaña- y caen saltando en buena parte de su recorrido. Generalmente ocurren en zonas donde hay pendientes muy fuertes; asimismo, hay que conocer la presencia de aguas subterráneas, pues inciden en la magnitud del deslizamiento.
De igual manera, las inundaciones son un riesgo natural y surgen cuando hay largos y fuertes períodos de lluvias –exceso de precipitación- y por esta razón, aumenta el cuerpo o caudal de los cursos de agua. Pero en ocasiones, los seres humanos también contribuyen a aumentar este riesgo cuando cortan los árboles y no siembran otros, al construir casas y edificios en lugares cercanos a los ríos y quebradas, y cuando hacen carreteras no dejan espacios para que la tierra absorba toda el agua (el suelo trabaja como una esponja).
Todavía los científicos no han logrado crear los instrumentos o aparatos para predecir todos los riesgos; sin embargo, casi todos los países han elaborado diferentes mapas que identifican con varios colores las áreas con mayor peligro. En cada territorio del planeta varía el tipo de riesgo natural, debido a sus características geográficas, su ubicación, recursos naturales y por las medidas y planes de prevención que tanto gobierno como población hayan puesto en marcha.
En Venezuela existe el Plan Nacional de Ordenación del Territorio, el cual fue aprobado en 1998 y en él se establecen las acciones para la ocupación de las diferentes zonas geográficas de acuerdo al uso de la tierra (urbana, agrícola, industrial, entre otros). Este instrumento también señala las áreas de riesgos naturales en el país.
Para cada comunidad es relevante conocer cuáles son los riesgos naturales y así adelantar el principal trabajo: la prevención. Ésta puede ser entendida como un proceso de educación que permite disminuir los resultados negativos y hasta evitar que la mayoría de estos riesgos naturales se conviertan en desastres para la humanidad.
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