Herly Quiñónez
El director colombiano Carlos César Arbeláez con su largometraje original Los colores de la montaña, cuenta la violencia que vive una comunidad rural en su país natal. La película centra su argumento en la historia de Manuel, su familia y amigos en medio de situaciones de temor y picardía infantil.
El director colombiano Carlos César Arbeláez con su largometraje original Los colores de la montaña, cuenta la violencia que vive una comunidad rural en su país natal. La película centra su argumento en la historia de Manuel, su familia y amigos en medio de situaciones de temor y picardía infantil.
Según Proimágenes Colombia, Los colores de la montaña es el primer
largometraje de ficción de Arbeláez, quien ha sido director y guionista de
varios cortometrajes y documentales para la televisión. Esta obra
cinematográfica ha sido laureada en el Festival de Toulouse (Francia) y ha
participado en más de 30 festivales.
Las montañas colombianas son el
escenario de esta ópera prima dramática, donde Arbeláez muestra una arista del
conflicto colombiano mediante diferentes bemoles emocionales que generan en el
espectador desde la incertidumbre, curiosidad, simpatía, miedo y desencadena en
la tristeza. Las acciones mantienen un fuerte ritmo emocional por el excelente
guión que escribió el mismo Arbeláez. Otras locaciones importantes en esta obra
son la escuela “La Pradera”, la cancha de fútbol y el hogar de Manuel.
Desde los primeros minutos, este
largometraje cronológico logra la empatía con los personajes infantiles
protagónicos: Manuel, Julián y Genaro llamado por su apodo “Poca Luz”, quienes
realizan actividades cotidianas transmitiendo el valor de la amistad al compartir
su pasión por el fútbol y quehaceres escolares.
Los padres de Manuel, Ernesto y Miriam,
enfrentan situaciones maritales en medio del conflicto armado que refleja la
película y mediante recursos elípticos, Arbeláez resuelve dichos problemas ante
el espectador. La maestra de la escuela es un personaje en el que se observan
fuertes cambios emocionales al no estar habituada a la convivencia con las
heridas de la violencia.
A Manuel le gusta colorear en su
cuaderno y caracteriza una importante escena –en un primer plano- con la profesora
donde hacen referencia a sus dibujos. La maestra es portadora de pinceles y pinturas
con la intención de fomentar la expresión mediante el arte, al pintar en Los colores de la montaña.
El tema del largometraje pudiera
enfocarse en el conflicto colombiano, donde convergen diversos poderes en pugna
desde hace 50 años; sin embargo, en parte de la trama se aprecian nudos que se
van tejiendo durante la obra, como el incidente con el balón de fútbol y que
resultan alentadores para la audiencia
por la forma cómo son resueltos por el guión.
Arbeláez recurre al fundido
tradicional que permite mejorar la compresión de la trama argumentativa del
largometraje. En el encuadre, opta por aprovechar al máximo la majestuosidad
del paisaje al mostrarlo con planos generales, mientras que en las escenas
familiares prefiere planos medios, permitiendo precisamente dicho acercamiento,
intimidad y calidez con los miembros de la familia de Manuel. El plano detalle
es utilizado para resaltar las acciones ocurridas durante las actividades de la
escuela.
Otro de los elementos cinematográficos
para destacar son los sonidos y la música. El equipo de Arbeláez aprovecha y
magnifica los sonidos propios de la naturaleza, como aves y ríos y otros
relacionados con la violencia armada, como detonaciones y helicópteros. La
música dista de la melodía incidental, por el contrario, tiende puentes con la
emotividad de la audiencia al emplear en la banda sonora un conocido género rítmico.
La estética visual de la identidad del
campesino colombiano fue cuidadosa con la selección del vestuario, así como las
herramientas vinculadas con la faena agrícola mostradas como parte de la utilería.
Los
colores de la montaña
es un largometraje conmovedor que no decepcionará al público interesado en las
historias que deshojan parte de los conflictos de América Latina, ya que no
sólo refleja ese tema, sino que evoca el de cualquier sociedad que viva
sumergida en la violencia armada.
País: Colombia
Duración: 90 minutos
Año: 2010
Director: Carlos César Arbeláez
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