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Ensayo


El Periodismo Ambiental no está en extinción
Por Herly Quiñónez
Durante los últimos años la preocupación ambiental ha aumentado en el globo terráqueo. Los desastres naturales ocurridos en el 2010 en Haití y Chile pareciera que incrementaron estas inquietudes. El problema ambiental abarca desde los desechos sólidos, el deterioro de las cuencas, la tala de los bosques, la seguridad alimentaria hasta los diferentes tipos de contaminación; sólo por nombrar algunas consecuencias de la intervención humana.
El asunto ambiental no es sólo menester de investigadores, científicos y planificadores, pues conservar los recursos naturales para las generaciones futuras, en el marco del Desarrollo Sustentable, resulta una tarea impostergable para el resto de la humanidad. Los medios de comunicación social –frente a estos desastres naturales- evidencian una agenda informativa que sólo se dedica a cubrir el desastre y sus consecuencias, no a divulgar las medidas de prevención. Sin embargo, los sismos en Haití y Chile han demostrado que el Periodismo Ambiental no es una especie en extinción, sino que es una especialización que se hace cada día más necesaria para la humanidad.
Así en países como España y México, el Periodismo Ambiental tiene una cuádruple finalidad: informar, orientar, educar y denunciar los aspectos relacionados con el ambiente.
Ferrer (2003) expresa:
“El Periodismo Ambiental ha sido definido como una especialidad periodística que se ocupa de la actualidad relacionada con la naturaleza y el medio ambiente, especialmente de aquellos aspectos que relacionados con la degradación del entorno y los riesgos a corto y mediano plazo para la humanidad, como el calentamiento climático, la destrucción de la biodiversidad y el agotamiento de los recursos hídricos, la desertificación del planeta, entre otras amenazas”.

Información ambiental. ¿Qué es?
El acceso a la información ambiental no sólo es un derecho ciudadano sino también un componente esencial de una efectiva política ambiental. De acuerdo al Principio 10 de la Declaración de Río: “Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la población poniendo la información disposición de todos”. Una de las formas de alcanzar los modos de participación es a través de la divulgación de la información entre todos los actores de la sociedad, en especial, la vinculada con el entorno natural y artificial que afecta en la calidad de vida de la población.
En la Convención Aarhus sobre Acceso a la Información, Participación Ciudadana en la toma de decisiones y acceso a la justicia en asuntos ambientales (1998), la información ambiental es definida como, de acuerdo a Torres:
1. El estado de los elementos del ambiente tales como el aire, la atmósfera, el agua, el suelo, las tierras, el paisaje y los sitios naturales, la diversidad biológica y sus componentes incluidos los organismos modificados genéticamente y la interacción entre estos elementos.
2. Factores tales como las sustancias, la energía, el ruido, las radiaciones y las actividades o medidas en particular las administrativas, los acuerdos relativos al ambiente, las políticas, leyes, planes y programas que tengan o puedan tener efectos sobre los elementos del medio ambiente incluidos los análisis de costos-beneficios y otros análisis e hipótesis económicas utilizadas en la toma de decisiones en materia ambiental.
3. El estado de salud del ser humano, su seguridad y sus condiciones de vida, así como el de los sitios culturales y de las construcciones, en la medida en que sean o puedan ser alterados por el estado del ambiente.

En este concepto, la información ambiental no sólo está compuesta por elementos naturales, sino que incluye áreas de la Política y Economía, así como de la salud y la cultura. Todos conforman la definición de ambiente: elementos naturales y artificiales, es decir, la relación del ser humano con la naturaleza.
Contrario a lo planteado por la Convención Aarhus, los medios de comunicación social, emiten mensajes aparentemente ambientalistas, pero que están cargados de publicidad.
Los medios de comunicación bombardean a la población con mensajes que llevan al creciente consumo de los productos “new age”: comidas sanas, vida al aire libre, deportes… el ambientalismo también puede llegar a ser una mercancía y las grandes empresas industriales y comerciales se apresuran a declararse rabiosamente “verdes (Reboretti, 1999, p. 54).


Fernández y Reales (citados por Ferrer, 2003) consideran que la información ambiental tiene un componente “de uso” fundamental y un aspecto de servicio. Puede ser utilizada por el ciudadano, aplicada a su propio entorno, servir de instrumento para comprenderlo o criticarlo. Afecta directamente la vida de los ciudadanos, incrementa su conocimiento del mundo, que les informa de los riesgos, les aumenta la capacidad de análisis, los capacita para responder ante nuevas situaciones e introduce una variable competitiva a los medios de comunicación.
La información ambiental ayuda a comprender elementos naturales y artificiales y explica cómo afectan la calidad de vida de la población. Incluye componentes administrativos, políticos y económicos y su aparición en los medios de comunicación social reclama rigurosidad en su tratamiento a través de una función clave como la divulgación. Lo más importante es su contribución a la toma de decisiones ciudadanas.

Periodismo Ambiental
Entendiendo al Periodismo como una actividad intelectual que busca, recopila, jerarquiza, organiza, redacta y publica información, Bacchetta (1999) sostiene que el Periodismo Ambiental es el tratamiento a través de los medios masivos de comunicación de los temas relacionados con el medio ambiente. Considera los efectos de la actividad humana, desde la ciencia y la tecnología en particular, sobre el planeta y la humanidad. Para el autor debe contribuir por lo tanto a la difusión de temas complejos y al análisis de sus implicaciones políticas, sociales, culturales y éticas.
Entonces dicha conceptualización sirve de base para la construcción del Periodismo Ambiental, el cual como subsistema del Periodismo Científico, se deriva del Periodismo Especializado que surgió como necesidad para explicar a las audiencias los procesos y consecuencias de los diferentes problemas de su entorno.
Joaquín Fernández (2003) señala sus principales áreas temáticas:
1. Residuos: urbanos, industriales, agrícolas, hospitalarios, nucleares, suelos contaminados.
Agua: ríos, contaminación, plantas.
Bosques: incendios.
Protección de la naturaleza: fauna, flora, recursos naturales, tráfico de animales.
Mares: pesca, especies, contaminación, ballenas.
Suelos: contaminación, desertificación.
Energía: alternativas, nucleares, eólica, solar.
Transporte: actual y del futuro.
Atmósfera.
Agricultura.
Problemas urbanos: ruidos, contaminación de las ciudades, zonas verdes, pérdida del patrimonio arquitectónico.
Turismo.
Impacto ambiental.
Nuevas tecnologías.
Gestión ambiental.

Al explicar la relación del ambiente con el ser humano, puede entenderse la fusión de Ciencias Ambientales y Periodismo, pues explica sus consecuencias y la simbiosis entre la humanidad-ambiente. El periodista asume el compromiso de comprender las Ciencias Ambientales para decodificar su lenguaje y enviar los mensajes comprensibles a las audiencias a través de los medios de comunicación social.
Para Rekondo (citado por Hernando, 2004, p.6) el Periodismo Ambiental es: “Un periodismo en el que se establecen complicidades con el ciudadano, un periodismo de apelación constante a las actitudes y comportamientos de las personas, que invita a la acción, a la modificación de conductas”.
Víctor Bacchetta (1999) hace mención de algunos de los elementos que deben ser considerados a la hora de estudiar un hecho:
“Un conflicto ambiental puede ser analizado y clasificado de distintas maneras: 1) por sus fases: inicio, desarrollo y finalización; 2) por el papel de sus agentes: generador, receptor, iniciador, regulador; y 3) por los actores: un país o Estado, el capital privado (a través de una industria, laboratorio), una comunidad local o un grupo social, científicos o centros académicos”.

Es de suma relevancia entender la crisis que puede generar cualquier hecho ambiental y para ello es necesario prever y comunicar profesionalmente cada uno de los factores, sea cual sea el punto de inferencia, mostrando al individuo que el análisis de un problema ambiental tiene igual validez al del cualquier conflicto económico o político.
Aunque en la agenda de muchos medios no se le preste la debida importancia a los temas de índole ambiental comparado con otros temas como farándula, política, entre otros, dicha ausencia informativa ha contribuido significativamente a despertar el interés en algunos profesionales del periodismo por indagar, crear y fomentar la especialización periodística ambiental.
Pese a la poca inclusión y práctica del Periodismo Ambiental, hoy día, parece existir en algunas Facultades de Ciencias de la Información y la Comunicación internacional, la necesidad de cubrir la carencia de periodistas ambientales, como lo asienta el doctor en comunicación Victoriano Garza Almanza:
“Esta preocupación formativa ha surgido primero en los países más desarrollados, en los Estados Unidos, más de 25 universidades ofrecen desde cursos, talleres, hasta licenciaturas y doctorados en comunicación científica, periodismo científico, escritura ambiental, periodismo ambiental, dirigido a periodistas, investigadores, o a personas interesadas que quieran aprender a escribir sobre asuntos de la ciencia, ambiente, o a hacer divulgación”. (Citado por José Antonio Alcoceba Hernando, 2004, p. 4)

Uno de los propósitos de la especialización del Periodismo Ambiental, es lograr una mejor comprensión en la población acerca de las relaciones sociedad -naturaleza y las implicaciones de las acciones sociales en el acertado manejo de los recursos naturales, hacia una mejor calidad de vida de todos.
“El Periodismo Ambiental ha sido definido como una especialidad periodística que se ocupa de la actualidad relacionada con la naturaleza y el medio ambiente, especialmente de aquellos aspectos que relacionados con la degradación del entorno y los riesgos a corto o mediano plazo para la humanidad, como el calentamiento climático, la destrucción de la biodiversidad, el agotamiento de los recursos hídricos, la desertificación del planeta, entre otros” (Ferrer, 2003, p.192).

Apartando la premisa del periodismo, el profesional de la comunicación ambiental tiene la responsabilidad de desarrollar y cumplir ciertos parámetros y objetivos entre ellos el de informar, formar-educar, denunciar y prevenir. Sobre este último se hace mucho énfasis, pues los mensajes deben incluir medidas de prevención y mitigación de desastres naturales, así como de conservación de las especies.
Bacchetta (2002) define el perfil del periodista ambiental así: 1) es un periodismo de investigación; 2) es una forma del periodismo científico; 3) es un periodismo educativo, pedagógico; 4) es consciente de cumplir una responsabilidad social específica, y 5) debe ejercerse con profesionalismo, objetividad y responsabilidad, sin confundirlo con la militancia ecologista.
En Venezuela, el artículo 16 del Código de Ética del Periodista se refiere al deber del periodista de denunciar situaciones de contaminación:

“El periodista debe contribuir activamente a la salud pública y defender la conservación del equilibrio ecológico, necesario a la vida humana y deberá denunciar las situaciones que propicien la contaminación, como la introducción, fabricación y uso en el país de materiales que dañen la naturaleza o desmejoren las condiciones ambientales”.

Como una obligación del periodista, el Código de Ética señala que el profesional debe contribuir con la salud pública y la conservación del equilibrio ecológico. Apunta también su deber para la denuncia de la contaminación y uso de materiales que ocasionen daños ambientales.
Por su parte, el artículo 17 se refiere al deber del periodista de luchar por un ambiente sano.
“El periodista debe luchar por un ambiente comunicacional sano, en el sentido de lograr equilibrio de los mensajes. La entropía comunicacional como factor de ruido en el espacio comunicacional, deberá ser denunciada y el periodista como mediador social deberá luchar para impedir la sobre carga de mensajes de contaminantes del medio ambiente”.

Según este artículo, el periodista está en el deber de impedir mensajes contaminantes del ambiente. Sin embargo resulta un poco ambigua la lucha para impedir la sobre carga de mensajes contaminantes para el periodista, en especial, con la claridad conceptual planteada en el artículo 16 del Código de Ética.
Fuentes ambientales en Venezuela:
Algunas de las fuentes informativas ambientales en Venezuela son:
3.1 Académicas:
Biblioteca Marcel Roche (IVIC).
Biblioteca Nacional de Venezuela.
Centro de Investigaciones Ecológicas de los Andes Tropicales (Cielat).
Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Ceniap).
Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación (Fonacit).
Instituto Geográfico de Venezuela “Simón Bolívar” (IGVSB).
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Sociedad Venezolana de la Ciencia del Suelo (SVCS).
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA).
Universidad de Carabobo.
Universidad de Los Andes.
Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET).
Universidad Experimental de los Llanos Occidentales “Ezequiel Zamora” (Unellez).
Universidad de Oriente (UDO).
Universidad de Nueva Esparta (UNE).
Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL).
Universidad Simón Bolívar (USB).
Universidad del Zulia (LUZ).
3.2 . Ambiente:
Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD).
Instituto Nacional de Parques (Inparques).
Fundación Polar.
3.2 Gobierno:
Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.
Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales.
Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Ministerio de Educación Superior.
Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y Tecnología (Fundacite).

La formación de periodistas en América Latina sobre el tema ambiental resulta prioritario, pues la cobertura de esta temática involucra no sólo el momento de un desastre natural, sino los diferentes instantes que comprenden desde medidas de prevención y seguimiento hasta información sobre la preservación de especies, contaminación y recursos naturales.

Bibliografía
Bacchetta, Víctor (1999): “Ciudadanía Planetaria. Temas y desafíos del Periodismo Ambiental”. Federación Internacional de Periodistas Ambientales. Ecuador.
(2002): “Perfil del periodista ambiental”. Sala de Prensa. Abril. No. 42. En http://www.saladeprensa.org/art340.htm. Fecha de consulta: 24 de febrero de 2008.
Balbino, León (1981): “Ecología y ambiente en Venezuela”. Ariel-Seix Barral Venezolana. España.
Banco Interamericano de Desarrollo (1993): “Agenda 21 y América Latina. La desafiante tarea de implantar legislación y políticas ambientales”.
Burbano, Hernán (2000): “Desarrollo sostenible y educación ambiental”. Universidad de Nariño. Colombia.
Colegio Nacional de Periodistas (1976): “Código de Ética del Periodista Venezolano”. Venezuela.
Dourojeanni Axel (1994): “Políticas públicas para el desarrollo sustentable: la gestión integrada de cuencas”. CEPAL-Cidiat. Venezuela.
Enkerlin, Ernesto (2000): “Vida, ambiente y desarrollo en el siglo XXI. Lecciones y acciones”. Grupo Editorial Iberoamérica. México.
Fernández, Rogelio (2003): “En torno al debate sobre la definición del Periodismo Ambiental”. Revista Ámbitos. No. 9-10. En: http://www.grupo.us.es/grehcco/ambitos09-10/rogelio.pdf. Fecha de consulta: 14 de octubre de 2007.
Ferrer, Argelia (2003): “Periodismo Científico y Desarrollo. Una mirada desde América Latina”. Ediciones del Rectorado. ULA. Mérida-Venezuela.
Gabaldón, Arnoldo (1996): “Dialéctica del Desarrollo Sustentable: una perspectiva latinoamericana”. Fundación Polar. Venezuela.
Gomis, Lorenzo (1991): “Cómo se forma el presente”. Paidós. España
Grijelmo, Alex (2003): “El estilo del periodista”. Taurus Pensamiento. México.
Monge Julián (1994): “Desarrollo sostenible: la visión desde los países menos industrializados”. Universidad Estatal a Distancia. Costa Rica.
Núñez, Luis (2002): “Introducción al Periodismo escrito”. Ariel Comunicación. España.
Ortega Félix y Humanes María Luisa (2000): “Algo más que periodistas”. Ariel Sociología. España.
PNUMA (2000): “Informe sobre le medio ambiente en el milenio”. España.
Quitiaquez Germán y otros (2001): “Guía ambiental de los países del Convenio Andrés Bello”. Colombia.
Reboratti, Carlos (1999): “Ambiente y Sociedad. Conceptos y relaciones”. Ariel. Argentina.
Torres, Valeria (2001): “Acceso a la información ambiental en Chile: sugerencias para mejorar la práctica”. En Ecología de la Información. Nueva Sociedad. Chile.

Comentarios

Mary dijo…
Hola profe este es el enlace de mi blog, http://tecno-musik.blogspot.com/
ATT. Mariangel
Johana Idaly dijo…
Hola profe. Lei el ensayo sobre periodismo ambiental, y estoy de acuerdo con la afirmación que hace sobre el periodismo ambiental, en la que destaca el papel de esta especialización en la divulgación, educación, denuncia y prevención de fenómenos que afecten a la sociedad. Es muy interesante este tipo de periodismo y más bien pienso que será muy importante en años venideros, cuando veamos los grandes cambios climáticos y ambientales que se avecinan.

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